Entra en un mundo donde las personas no tienen rostro y se entregan a satisfacer su lujuria. Esta categoría es para el tipo de personas que sienten cierto encanto en la oscuridad, donde el poder de la persecución y el acto aumentan en términos de intensidad debido a la falta de distinciones fácilmente reconocibles. Donde como en el primer movimiento el lugar de preocupación está en el cuerpo y su superficie, en el segundo, nos movemos a la energía volátil, cantantes manoseándose apasionadamente detrás de máscaras de lujuria. Es un lugar donde las restricciones se esconden y el deseo está abierto, lo que da un punto de vista bastante curioso al arte de la intimidad. Al mundo de tal euforia, permíteme traer tu atención al éxtasis anónimo.